jueves, 6 de octubre de 2016

Sin solución (Leño)

         
          Corrían los primeros meses de la década de los ochenta. En un bar de rock de Madrid llamado Zappa se reunían, sin quedar previamente, unos jóvenes a los que les unía una pasión: la música. Algunos ya tenían sus grupos con más o menos repercusión y uno de ellos estaba a punto de comenzar a grabar su segundo disco. Eran unos chicos de barrio, aunque ya uno estaba incluso casado y con un niño, que les gustaba tocar rock and roll y no lo hacían nada mal. Pero como tales jóvenes eran impulsivos y urgentes, y si había que grabar un disco pues se componían diez canciones y listo. En estas estaban cuando su productor, que les vio buenas maneras, un tal Teddy Bautista (que había sido componente de Los Canarios y recientemente presidente de la SGAE), tiró de su experiencia personal y les dijo que de eso nada de nada. Para grabar un disco con las mínimas garantías se tenían que presentar ante él con al menos quince canciones compuestas para de ahí seleccionar las once que en este caso compondrían el disco en cuestión. Aunque el principal compositor de la banda ya había demostrado, y lo haría con creces en los años posteriores, que no necesitaba mucha ayuda para crear una buena canción, en ese momento echó mano de los amigos del bar. ¿De donde mejor?

            El grupo tenía ya la música de una canción a la que no les encajaba ninguna buena letra y decidieron pasarle una cinta con esa base a uno de los colegas del bar. Teddy esperaba para grabar. En seguida el colega, que también tenía un grupo, les pasó un texto que para su gusto era deprimente y no pensaba utilizarlo para él. A la banda le pareció una letra genial y la grabaron. El colega era el gran Manolo Tena (en ese momento en el grupo Cucharada), la canción “Sin solución”, el disco “Más madera” y la banda, como sabes desde que leíste el título del post, Leño.



            La verdad es que la letra no es muy alegre que se diga pero eso no está en absoluto reñido con haber parido una estupenda canción, de hecho puede que esa sea la mejor razón. En ella puedes escuchar el que probablemente, al menos a mi parecer, sea el mejor y más bonito solo que haya hecho Rosendo (este era el casado y padre de familia) en toda su carrera. La canción refleja en pocos versos la pasividad y el pasotismo que tiene la sociedad de esa época, y la actual, ante la barbarie humana. “Las noticias van a peor / pero estamos tranquilos frente al televisor”, comienza la canción y  también dice “…fumo un cigarro, miro el reloj / mientras el mundo lucha por cualquier razón”. Aunque el autor se desmarca de ese letargo en el corto estribillo “Y ya no puedo soportar / tanta tristeza sin solución”. Curioso ¿no? Un grupo de melenudos pasotas con imposibles vaqueros de pitillo, bebedores de cerveza, consumidores de algún que otro estimulante y preocupándose de lo mal que está el mundo. Este es el verdadero lado oculto del rock: sus letras.



            Leño tuvo una vida relativamente corta aunque muy intensa. Desde 1978 hasta 1983, cuando se separaron tras girar ese verano con el mayor espectáculo musical que hasta ese momento nunca se vio en España: “El rock de una noche de verano” de Miguel Ríos, grabaron tres discos de estudio y un directo. Era un grupo básico y no les hacía falta nada más: batería (Ramiro), bajo (Tony) y guitarra y voz (Rosendo). Tras la disolución de la banda Rosendo tendría una larga y prolífica carrera musical que llega hasta estos días. En “Mas madera” se puede escuchar la influencia un poco más comercial del productor Teddy Bautista (incluyeron teclados tocados por él mismo) y el resultado no les convenció mucho ni a la banda ni a sus seguidores, que les tacharon de cambiar el rock urbano que venían haciendo por una fórmula más pop. Por esa razón decidieron que el siguiente disco debía de ser un directo para que la gente supiera que Leño seguía siendo el mismo. Y así fue como al año siguiente grabaron “En directo”, donde una jovencita Luz Casal aparece como una de las chicas del coro. La vida de Leño fue corta pero intensa, dijeron que nunca más se reunirían y así fue (aun teniendo numerosas ofertas durante todos estos años)... o casi. Solo volvieron a tocar juntos en un mini concierto de cinco canciones en 2010 con motivo de la presentación del disco tributo a Leño “Bajo la corteza” donde muchos artistas rinden homenaje a la banda. Crearon una leyenda y no quisieron matarla.

            En ese disco de versiones aparece, como no, “Sin solución”. Suele suceder en este tipo de compilaciones que los artistas invitados sugieren la canción que quieren interpretar y si está libre pues adjudicada. “Sin solución” la versiona Antonio Vega y la hace suya. Es fantástica. Y tiene el doloroso honor de ser la última canción que Antonio grabó antes de su muerte. Lamentablemente hace unos meses también nos dejó Manolo Tena, autor de la corta, incisiva y bonita, aunque deprimente según él mismo, letra de esta canción. Él nunca la grabó.

            Disfruta ahora tú, como yo, de “Sin solución” (atentos al solo).

Original incluida en el álbum "Más madera"

Versión de Antonio Vega del disco "Bajo la corteza"


            Salud y … rock and roll.